¿Cuál era el reto?
L’Avion Jaune y Ginger CEBTP, una oficina de estudios geotécnicos, recibieron el encargo del Consejo Departamental de realizar un estudio de evaluación de riesgos de desprendimiento de rocas en sus redes de carreteras. El objetivo final era aplicar las medidas de prevención más adecuadas para proteger a los usuarios de la carretera.
La degradación natural de los acantilados calcáreos genera desprendimientos de tierra y bloques que pueden movilizar grandes volúmenes de material y afectar a las redes viarias situadas por debajo.
La gestión de este riesgo se basó principalmente en el análisis tractográfico, que consistía en simular la caída de masas rocosas desde las cumbres hasta el fondo del valle. El objetivo era evaluar el nivel de riesgo incurrido y optimizar el dimensionamiento y la implantación de barreras contra desprendimientos de rocas. Para llevar a cabo esta mitigación de riesgos, era esencial realizar un estudio con modelos 3D de los acantilados que sobresalen de una carretera muy frecuentada. El yacimiento tenía 200 m de altura, 300 m de anchura y 2,5 km de longitud.